Decisiones de último minuto que cambiaron el curso de la historia de forma radical

Según Isaac Newton, para cualquier acción hay una reacción igual y opuesta. Newton, por supuesto, se refería a la física, pero cualquier historiador experimentado le dirá que este concepto se aplica también a su campo: una acción, por pequeña que sea, puede literalmente cambiar el mundo. Puede que estos personajes no se dieran cuenta en el momento, pero sus decisiones de última hora modificaron por sí solas el curso de la historia.

Discurso improvisado

Uno de los principales rostros del movimiento de derechos civiles estadounidense, Martin Luther King Jr. es recordado con cariño por su discurso "I Have A Dream" (Yo tengo un sueño), realizado frente al Lincoln Memorial en 1963. Increíblemente, MLK improvisó el discurso sobre la marcha, abandonando por completo sus notas después de que un cantante de gospel le pidiera que hablara al público de su "sueño".

Nunca dejes los binoculares

Asombrosamente, la tragedia del Titanic podría haberse evitado de no ser por un cambio de personal. Cuando el segundo oficial David Blair fue relevado de la tripulación, se olvidó de entregar la llave de la cabina que albergaba los binoculares de vigilancia. Como resultado, la tripulación recurrió a su propia vista para detectar el peligro, un plan de contingencia que resultó catastrófico.

Un carruaje costoso

Infame por su ignorancia, la reina María Antonieta fue una de las principales causas de la Revolución Francesa, ya que su fastuoso estilo de vida enfureció a la clase trabajadora en apuros. En última instancia, esta vanidad condujo a la muerte de su familia. En lugar de huir en un carruaje normal, Maria exigió uno más lujoso para su huida, que resultó ser más lento y permitió que la multitud los alcanzara.

Cambio de planes

Tras el ataque a Pearl Harbor, Estados Unidos vaporizó las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki con bombas atómicas. Inicialmente, Estados Unidos quería bombardear Kokura, no obstante, un joven tripulante llamado Kermit Beahan insistió en que estaba demasiado nublado para ver toda la ciudad. Lo que resultó ser un golpe de suerte para Kokura se convirtió en una tragedia para Nagasaki, el siguiente objetivo de la lista.