Cazador Aficionado Pagó El Precio de Meterse En La Hierba Alta

No es bueno andar sin compañía por el bosque porque hasta los más temerarios cazadores y leñadores corren peligro en el campo abierto. Un traspié puede significar la vida o la muerte para cualquier persona. A Dana Sanders Junior, solamente le bastó dar un mal paso para que su vida jamás volviera a ser igual.

Temporada y lugar

Dana y su padre se disponían a pasar la tarde en el bosque, Era septiembre y el día estaba fresco. En Misisipi, la temporada de arco estaba cerca y ellos ya habían escogido el sitio ideal para cazar.

Un señuelo perfecto

En su granja familiar del condado de Claiborne, los Sanders tenían una porción de terreno dispuesta para alimentos. Resultaba una excelente carnada para cualquier mamífero rumiante en busca de comida. Tender un señuelo en los árboles contiguos posiblemente les aseguraría una buena jornada.

Tiro imposible

Padre e hijo caminaron hasta la línea de los árboles y, en cuestión de minutos, instalaron el puesto y dejaron todo preparado. Sin embargo, había un inconveniente, y es que varios arbustos y ramas impedían realizar un tiro limpio.

Sin tocar la maleza

Debido a eso, Dana procedió a cortar el carril con una sierra de pértiga, mientras su padre observaba desde lo alto. Entretanto, trató de no tocar el monte que se había esparcido por los extremos del terreno.