Mujer tiene al amante en el ático durante décadas. Y eso es solo el comienzo de su sórdida historia

La última esperanza de Fred y Dolly Oesterreichs los esperaba en Los Ángeles. Para Fred, la casa de dos pisos con el agradable porche delantero y las ventanas brillantes estaba a cientos de kilómetros de distancia del fantasma que hacía de su vida un infierno. Pero a Dolly solo le importaba una cosa de la nueva casa de Los Ángeles: el ático, que era lo suficientemente grande como para ocultar su secreto más profundo y oscuro...

Dolly tiene un secreto

Dolly no siempre había tenido secretos. En sus años de juventud, era conocida por ser carismática y divertida, el alma de la fiesta. Entonces, cuando se casó con el rico Fred Oesterreich en 1897, parecían complementarse a la perfección...hasta que la fase de la luna de miel llegó a un abrupto final.

Tratando de hacerle frente

La pareja se asentó en la vida matrimonial, pero Fred y Dolly estaban insatisfechos. Fred trabajaba muchas horas y Dolly pasaba la mayor parte de los días deambulando por su espaciosa casa de Wisconsin sin hacer nada. Después de un tiempo, la pareja encontró algunas formas destructivas de sobrellevar la situación.

Sexo y alcohol

Fred trató de ahogar su infelicidad en el alcohol. Dolly, por otro lado, trató de ahogar su infelicidad en otros hombres. Aun así, Dolly terminaba cada aventura sintiéndose más insatisfecha que nunca con su vida. Se puso a pensar: ¿y si necesitaba algo un poco más...permanente?

Señora Robinson

Un fatídico día de 1913, Dolly llamó a Fred al trabajo y le dijo que su máquina de coser estaba estropeada. Ella le preguntó si no le importaría enviar a uno de sus reparadores para arreglarlo. Pero cuando Otto Sanhuber, de 17 años, llamó a la puerta, no encontró una máquina de coser rota.